Claves de la sentencia
1- Cada persona es libre de tener la relaciones que quiera o pueda, no se cuestiona esa libertad, lo que se cuestiona es que esa libertad se utilice en perjuicio de otros.
No se prohibe que los divorciados tengan otra pareja, lo que prohibe es que la nueva realción sea a costa o en perjuicio del otro progenitor.
Lo que indica la sentencia es que hay que valorar el interés del menor pero también los derechos fundamentales de las otras personas, en este caso son sus progenitores.
Lo que indica es que si la persona que tiene el uso de la vivienda y custodia, al entrar su pareja actual a convivir con ella, la vivienda pierde la condición de vivienda familiar. Por lo que la persona que no está disfrutando de la casa, no tiene obligación de mantener a la otra familia.
Al perder el carácter de vivienda familiar, lo que debe acordase es la extinción de la atribución de uso y disfrute de dicha vivienda.